El Valle de Calamuchita es pueblos, parajes, ciudades, sierras y monte. Y es su gente, la que lo habita y lo hace infinitamente rico en historias y relatos.
Andando un camino de tierra que une Villa Amancay con R铆o Grande conocimos a Margarita Torres. Hija de estas tierras, descendiente de aquellos comenchingones que las habitaron. Hoy, con su tenue voz, transmite con orgullo las ense帽anzas que le regalaron sus ancestros y la vida en el monte.
Margarita quiere transmitir eso que su historia de vida sell贸 en su memoria, Margarita desea que sus aprendizajes no se pierdan en el tiempo. Escucharla nos detiene por instantes y nos permite conocerla y conocernos.